Por, Leonardo José España Barraza
A lo largo de la historia el concepto de responsabilidad social ha venido evolucionando y adquiriendo cada vez más importancia, esto debido a que el Estado ha mostrado un creciente interés en mejorar aspectos como el bienestar de los trabajadores, el cuidado del medio ambiente, la protección a los derechos humanos entre otros aspectos intrínsecamente relacionados con la responsabilidad social empresarial.
De acuerdo al departamento administrativo Nacional de Estadísticas (DANE) para el 2020, el porcentaje de colombianos en pobreza multidimensional fue de 18.1%, 0.6 puntos porcentuales superior a la presentada en el año 2019. En efecto, dichos indicadores sociales son consecuencia de la falta de oportunidades, la desigualdad que existe en nuestro país, las diferentes formas de discriminación que se presentan, la exclusión social y la falta de educación.
La implementación de la Responsabilidad Social Empresarial dibuja un camino que nos introduciría a un cambio que establecería una mayor igualdad social y oportunidad para todos sin importar raza, religión, estrato social entre otros.
En Colombia se ha logrado avanzar en la implementación de un esquema que apunta a la implementación solidaria y en algunos casos obligatoria, través de una estructura cooperativa que involucra un trabajo en equipo entre el estado, las empresas y comunidad. Empresas como EPM tienen como pilar fundamental la sostenibilidad, entendida como el equilibrio entre las condiciones económicas, sociales y ambientales en el entorno donde actúan, generando valor para sus grupos de interés incluyendo a sus propietarios, y reconociendo en su modelo de Gobierno Corporativo como uno de los principios más relevante para lograrlo.
Si bien es cierto que aún falta mucho camino por recorrer es mucho lo que se ha logrado en poco tiempo en Colombia en aspectos relacionados con la RSE, esto en parte debido a que grandes empresas han mostrado un fuerte compromiso con la sociedad de manera voluntaria aun cuando muchas de sus actividades en pro de la sociedad no son de obligatoriedad.
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