El emprendimiento, es uno de los temas más sonados del momento y que básicamente se resume en como las personas, profesionales o no, están ideando alternativas digitales para salir a flote de la difícil situación económica por la que atraviesa el mundo, buscando una opción para mejorar su calidad de vida y la de sus familias. En efecto, desde que comenzó la pandemia han quedado al descubierto todas las falencias que hay en los métodos que conocemos hasta el momento para gestionar iniciativas desde el punto de vista virtual, generación de empleo, eficiencia y eficacia en la prestación de servicios, educación, comunicaciones entre muchos mas campos.
Por consiguiente, resulta imperativo que el gobierno lidere una iniciativa en la cual se pueda incluir el internet como servicio público domiciliario esencial, ya que en momentos como el que estamos atravesando, la tecnología es de suma importancia para poder impulsar el crecimiento económico del país, que incluso ya le esta apostando a la desaparición del dinero físico, mejorar la educación de nuestros hijos, la asistencia médica, acceso a la justicia, compras de alimentos, trabajo en linea y expansión del conocimiento.
Recordando un poco la historia, el Internet aparece de manera masiva en la década de los 90´s, desde sus comienzos fue menospreciado y relegado como un servicio público domiciliario e inclusive no se pensó como un derecho; en una sociedad en la cual día a día se ha vuelto más dependiente de ella, sin embargo, es necesario replantear de manera más profunda este pensamiento en el país. Pero este paradigma ha ido cambiando y evolucionando, tanto así que algunos países entre ellos Estados Unidos, México, Costa Rica, Brasil y países europeos, ya han empezado a ver Internet no simplemente como un medio de comunicación o intercambio de datos, sino también como un derecho, incluso antes de la aparición del Coronavirus. Un ejemplo claro de esto, fue lo sucedido hace algunos años en Estados Unidos, en donde la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), en una controversial votación decidió catalogar el Internet como un servicio Público, equiparándolo con servicios públicos esenciales como el agua y la luz. Esta medida en su momento fue solicitada por el presidente Obama, puesto que se buscaba prohibir que los proveedores de internet bloqueen o alteren la velocidad del tráfico para quienes puedan o quieran pagar un servicio preferencial.
Actualmente la red experimenta una gran evolución que es cada día más rápida, gracias a la creación de nuevas redes y el surgimiento de nuevos usuarios, al mismo tiempo han surgido nuevos mercados, tecnologías, empresas u operadores privados que han entrado también a brindar este servicio, el cual ya no solo se presta en los lugares donde generalmente trabajamos, si no en nuestro propio hogar. Con más de 200 millones de usuarios en todo el mundo, Internet se ha convertido en el medio de comunicación más extendido en toda la historia de la humanidad, sin embargo hay que aclarar que esto se debe a la iniciativa de las empresas privadas mas que del gobierno nacional.
En Colombia, el internet a pesar de ser el medio de comunicación más grande y extenso que existe actualmente, no es estimado como un servicio público esencial, conceptuado por la Corte Constitucional como toda actividad organizada que tienda a satisfacer necesidades de interés general en forma regular y continua, de acuerdo con un régimen jurídico especial, bien que se realice por el Estado directa o indirectamente, o por personas privadas. Sentencia C- 450 de 1995.
Si se mira el marco legal de servicios públicos domiciliarios en Colombia establecidos, en la Ley 142 y la Ley 143 de 1994, no se nombra o se tiene en cuenta a los servicios de las telecomunicaciones los cuales se incluye: Servicios de voz, servicios de datos, servicios de internet, servicios VOIP y servicios de SMS, algo ridículo teniendo en cuenta el concepto emanado de servicio público esencial dado por la Corte Constitucional, y todas las contingencias y dificultades emanadas de la pandemia por el coronavirus, que ha llevado al país a utilizar el servicio internet si o si, lo que refleja el grado de atraso en materia de telecomunicaciones que afronta el país a raíz de una falta de una regulación e inversión más profunda. Solo hasta este año para mitigar las dificultades emanadas por la pandemia, el gobierno expidió el decreto 464 del 23 de marzo de 2020, el cual reza:
Artículo 1. Declaratoria de servicios públicos esenciales. Los servicios de telecomunicaciones incluidos los servicios de radiodifusión sonora, los de televisión y los servicios postales, son servicios públicos esenciales. Por tanto, no se suspenderá su prestación durante el estado de emergencia. Los proveedores de redes y servicios de telecomunicaciones y postales no podrán suspender las labores de instalación, mantenimiento y adecuación de las redes requeridas para la operación del servicio. Es decir "esta prohibido que los operadores dejen de prestar el servicio de Internet en Colombia", pero solo mientras dure el Covid19, postura totalmente desatinada, la dinámica social y el uso de plataformas digitales serán el pan de cada día, por tanto desde ya se debe ir trabajando en una ley que declare de una vez por todas a este servicio como publico domiciliario esencial habida cuenta que nuestra dependencia al mismo se ha vuelto exponencial, mejorar una política pública educativa encaminada a la conectividad de las escuelas públicas de las cuales como sabemos son paupérrimas. Esto demuestra con los problemas actuales, no se está educando de manera adecuada a los niños por falta de recursos, y de hecho tomando un ejemplo reciente, vemos las pésimas plataformas virtuales que se utilizan en otros servicios públicos esenciales como el de la rama judicial, que tiene a todos los abogados litigantes sufriendo y desesperados sin saber qué hacer con sus procesos y sin tener los ingresos necesarios para su subsistencia.
En resumen Colombia en materia de telecomunicaciones se encuentra en la edad de piedra, con una pobre inversión y aplicación de políticas públicas, iniciativas que deben ser lideradas por el Ministerio de las TIC, pero que lastimosamente se han dedicado a promover con multimillonarios contratos uno de estos por valor ($23.000.000.000) Veintitrés Mil Millones de Pesos, en mediocres de capacitaciones a emprededores de la era digital (https://www.mintic.gov.co/), en un país donde no hay redes de calidad, leyes robustas que garanticen un servicio decente, ni financiación económica para proyectos digitales, sin duda otra forma de despilfarrar el dinero en época de austeridad, mientras niños de escasos recursos no puede acceder a clases virtuales por no tener una simple tablet de ($120.000) "Ciento veinte mil pesos", en pocas palabras "Quieren enseñar a conducir con grandes inversiones de dinero, pero no ayudan a la gente pobre para adquirir el carro y tampoco les arreglan las vías en caso que logren comprarlo", sin duda un tema de discusión pero del cual debemos exigir mejor direccionamiento de la inversión que se esta haciendo y por supuesto que el Internet sea declarado como un servicio publico domiciliario esencial o seguiremos siendo los cavernicolas de la era digital.
Por, Carlos Carcamo - Equipo Osadía Jurídica
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