Por, Francisco Javier España Barraza - Equipo Osadía Jurídica.
Estudiar derecho es adquirir un compromiso eterno de lectura, quien niegue eso se equivocó de carrera. No es para menos, Colombia es un país que abusa del derecho positivo, es decir le encanta el derecho escrito y expedir leyes por todo y para todo. El congreso aprueba mediante actos legislativos un montón de leyes absurdas, otras necesarias y otras por inercia, desde la regulación de la adopción hasta las festividades de un municipio en particular.
Si hablamos a nivel del ejecutivo, todos nos caeríamos de nuestras sillas con la declaratoria del estado de emergencia y las facultades extraordinarias que habilitaron al presidente de la república mediante las cuales se han expedido más de 250 decretos durante el año y abiertamente lo digo “NINGUNO QUE ESTA LEYENDO ESTE ESCRITO LOS HA LEIDO TODOS”, así pues afirmo, que seguirle el ritmo a un país que ama plasmar en escritos un sin fin regulaciones es un reto para el jurista, sea joven, viejo, venga de la universidad que venga, estar al día no es ni será fácil.
Con esta introducción abro la pregunta del debate:
¿Qué vale más un abogado que sabe buscar o uno que sabe memorizar?
Saber memorizar bajo el entendido de conservar como un tesoro todo lo aprendido en la universidad es una concepción arcaica propia de nuestra formación académica, hemos sido educados, muchos en su mayoría para repetir información, contestar exámenes de “falso y verdadero”, más de desarrollo de conceptos memorizados y no de casuísticas, nos hemos acostumbrado en aprender definiciones, pero no ha tener una visión panorámica de las mismas. Memorizar siempre será importante, es parte de la dinámica del ejercicio de la profesión, pero abusar de esto es el error de muchos y la perdición del gremio.
Un abogado no es ni debe ser una súper computadora con gigas de memoria, tampoco está llamado a conocer al pie de la letra todos los artículos que usa en su día a día, y no me malinterprete, esto no es un llamado a la mediocridad, usted debe leer y entender el marco jurídico donde se mueve, pero no debe desgastarse en volverse un robot repetidor en mi concepto personal.
Por otro lado, está el tema de saber buscar, cuando hablo de saber buscar no me refiero a minutas ni volverse un preguntón con otros colegas, me refiero al ejercicio enriquecedor de manejar información disponible para resolver nuestro caso, clasificar la importante, darle prioridades y relevancia, pero sobre todo obtener la mejor información para nuestros intereses. Muchos pecamos con resolver los vacíos de nuestro proceso abriendo GOOGLE.COM , pero la realidad es que el derecho es intimidante cuando decides investigar de manera profesional, páginas de relatoría de altas cortes, pactos y tratados internacionales aplicados en Colombia, páginas de contenido legislativo de la secretaria del senado, doctrina vigente en bibliotecas jurídicas, resoluciones con carácter vinculante expedidas por Ministerios, Conceptos de Superintendencias, tendencia en líneas jurisprudenciales o sentencias de unificación que desconociamos y mucho más.
En efecto, buscar es mucho más complejo de lo que parece y saber buscar es otro nivel, de hecho es un Arte, pero cuando se domina esta herramienta el jurista no requiere estar respaldado por ninguna maestría o especialización, quien maneja la información de manera profesional, maneja el conocimiento, quien maneja el conocimiento tiene la ventaja en derecho, quien tiene ventaja posiblemente gane.
Es entonces Colombia un país lleno de normas, saturado de información donde nunca podrás aprenderte todo de memoria porque eres humano, no una máquina, donde lo importante es respetar las bases que da la universidad, aprender eso sí, mucho de derecho procesal (Fundamental conocer de términos y acciones), pero no embriagarse con altivez de manejar leyes de memoria, es un pecado que hasta hoy lo cargo, solo hasta el día que nos encontremos con un Abogado experto en investigar o buen buscador sabremos que de nada sirve nos sirve manejar un tema de memoria, si la defensa de la contraparte se basa en información jurídica mas vigente, mejor estructurada que la que nos enseñaron en la universidad, quizás porque el mismo docente que nos formó prefiere memorizar que aprender a buscar, tal vez en lo académico es muy valioso manejar conceptos e incluso es orgullo recitarlos de memoria, pero en el litigio la historia es diferente, el litigio es dinamico y estrategico, el litigo no es una clase de historia.
¿Aun crees que vale más memorizar que saber buscar?
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